lunes, 9 de noviembre de 2009

El empuje del rayo catódico

Cuando empujo con saña
y de tanto hacer fuerza
el trabajo realizado
se ensaña conmigo
y me cansa. Y me muero.
Ya no quiero.

Y empujo y doy a luz.
Tengo cuerpo de domingo,
piel y lágrimas de lagarto.
Mi corazón es de esparto;
mi mente una tómbola
de nombres.
Sale el boleto que viola
la ley del sentido:
Recesvinto.

Empujo a los muertos
que vagan
por los puntos tuertos
del alumbrado madrileño.
Allí se alojan, arrastrados
por los vientos.
En sus dudas, la llama,
que desata explosiones
y arrasa la cordura
de las vísceras
craneales.
-¿Estaré yo viva?-

Cuando busco en los retales
de cada estación
me acuerdo del cigarro
que no apagué en Quevedo
cuando empujé a un vagabundo
al entrar en el Metro.

Y me acuerdo del incendio
que causé,
que empujó a los bomberos
a disparar agua.
Empujó a la gente
a correr.
¿Por qué corrían?
-¿Estaban vivos?-
¿Por qué los que morían
practicaban sexo
en sus últimos minutos?

Me empujo fuera de la órbita.
Soy fuJitivo.
Me aprendí la primera parte
de lo que me explicó Zeus:
no hay nada terrestre,
los hombres son de Marte
y las mujeres de Venus.

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ BARBUDO

3 comentarios:

  1. Muy profundo, Berberechito. Eso sí, fugitivo con G, por favor jajaja.

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  2. Nos caes mal. A platero y a mí. Sin embargo, creo que deberías dejararnos los apuntes de Geología y los informes de prácticas de Bio I para llevarte mejor con nosotros.

    En realidad no nos caes mal. Bueno, al menos a mí, a Platero un poco.

    No seas Jalapeño Jilipollas y te metas con mi estilo. Soy rompedor. Son cosas de BURROS, como Platero y yo, nunca podrás entenderlas.

    Juan Ramón Jiménez Barbudo, alias El Jenio.

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  3. PD: platero con minúsculas. Es Judío y merece morir. Ya sabes, a nadie le gustan las ratas aunque no sepamos por qué.

    Juan Ramón Jiménez Barbudo Ardilla Exterminador de Ratas, alias El Jenio.

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