viernes, 5 de febrero de 2010

Bloc de notas 2.0

Yo nunca estuve allí. Excepto la vez en que la arquitectura nos persiguía en las palabras. Y nos ahogaba después de afrentas invisibles a ojos del Sol. "¿Dónde estás, vida?", repetía mi cerebro. "En el Sol", decían las voces que se escuchan en mi cabeza. "¿Dónde está la lucidez?". Joder, ¿quién dijo eso, mis voces o yo?

Yo no volvería allí. Excepto si me ofrecieran un trago de agua fresca y un soneto en la orilla del mar. Si pongo un pie aquí y otro allí casi soy capaz de sentir el calor de mi corazón, el frío de mis huesos, lo acabado que resulta interminable. Respiro y sé que la duermevela me espera con los brazos escondidos bajo la sábana. Y siento que estoy durmiendo, o soñando, o como quieran llamarlo. Pero sé que no. No en general, más que en concreto. Y busco a Yoko Ano, SÍ, Ano, la Yoko que conocí en un cabaret. ¿O quizás fue por haber sido la zagala de Lennon?, en fin, nunca lo sabremos.

Mi sugerencia del día es:

¡QUEMEMOS LOS SINTETIZADORES DE LOS 80!

1 comentario:

  1. Los ochenta dejaron hombreras horribles y después, sin querer,hombreoides peores aún. Quememos todo.

    Pero me gusta esta sopa tuya amarga. Aunque se caigan los pelos de tu barba en ella. Esto no lo quemaremos. Viva tu sopa, B.B.

    ResponderEliminar