jueves, 22 de julio de 2010

How to bake a cake

Es necesario: medio litro de mala leche, 400 gramos de las peores ideas, insultos a granel, azúcar de la persona a la que le exprimiste la dulzura y el carácter, un sobre de levadura para subir el ánimo, canela en rama, tortas como panes (al gusto), harina, tener suficientes huevos y una pizca de sal.

Procedimiento: poner las tortas como base, mezclar en un recipiente a partes iguales la mala leche, el azúcar, la harina, los huevos, la levadura, y la sal.

Escupir al cielo, y batir durante el tiempo en el que tarde en caernos encima lo escupido. Una vez batido, esparcir por encima de las tortas la mezcla de manera homogénea hasta cubrir toda la superficie.

Cocer la mezcla a 220ºC (como arderás en el infierno con que abraces con todo tu cuerpo el molde será suficiente) durante 40 minutos aproximadamente. Pasado ese tiempo, retiramos de la fuente de calor. Para la cobertura, espolvoreamos los insultos por encima junto a la canela.

Importante para una correcta presentación: sostener el molde sobre la palma de las manos y con toda la fuerza que podamos, impactar el bollo contra la cara. Una vez hecho esto, la marca dejada deberá ser recubierta con más tortas. Servir frío.

S.S


lunes, 19 de julio de 2010

Aquí se viene a follar

Y la que no se apunte, que no moleste. Antes nos conformabamos con alcohol, ahora tambien necesitamos amor, comprensión, buen rollo y vísceras. Ahora queremos futuro y bailar pegados, nación y caducidad. Desgracias y yo, que tendré que aprender a escribir de nuevo.


¿Ahora qué? Nos hemos bastado de la palabra pero nos hemos comido al acompañante. Y hemos vomitado silencios y bueno, no se está tan mal al final. Cualquier sentimiento puede expresarse mientras escuchas a 160 decibelios uno de los dos únicos discos que sacó en su vida nuevenoventaycinco. Hemos pervertido la noche porque nos dijeron que lo bueno eran las risas, los momentos, los negocios. Han dicho, este es tu papel. Y este es el futuro. Y sonríe con tu sonrisa de plástico, porque de camino a casa te lloverán dagas con forma de apretones de manos. Como si no te dieras cuenta de ese pelo largo que envuelve ya tu vecindario. Aquí te harás hombre y si no te haces, no será por los amigos ridiculos de los que presumes. Los que perdiste una noche oscura y murieron, agotados entre las sombras, entre excusas y llamadas de telefono. Ahí estaba el buen rollo. En las mentiras que tosiste cuando nadie miraba. Ahí tiraste la vida. Pero tú querías amor, querías comprensión, no te conformaste con saliva y eso es todo a lo que puede aspirar el ser humano, a saliva, a sudor, a sangre, a barro en los pies y a sal en las cicatrices.

Tu querías agua oxigenada, cabrón. Pero el mundo no está construido para los poetas de la tecnología y aquí no vale llorar para mamar, aquí no vale pelear para vencer, ni correr para escapar. Aquí solo vale tu sillón y tu tranquilidad, y no amar, no morir, no sentir. Ya no.

viernes, 9 de julio de 2010

Silencio, cállate.

Sucede que en el centro de los ciclones tropicales se genera, si el ciclón es suficientemente fuerte, una zona de varias decenas de kilómetros de diámetro donde reina una falsa calma, en la que los fieros vientos tornan en inofensivas brisas, las lluvias torrenciales en leves chubascos y el estruendo de la naturaleza desatada en sepulcral silencio. En falso silencio. En silencio que enmascara lo pasado y lo futuro, lo seguro y lo improbable y hasta los más puros sentimientos.

Silencio, cobarde, déjame volver a gritarle a la tormenta.

A.A.

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Tu sèmes le bonheur à chaque pas que tu fais et à ton réveil la vie reprend son train
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miércoles, 7 de julio de 2010

Perdidos

Y sí saltó la valla. Y vaya si la saltó…Y se pasó de la raya también, varios kilómetros. Pero todos saben que poco se puede hacer contra las olas, que viene la marea y borra todo lo escrito sobre la arena. Igual que con la brisa y las palabras dichas. Menos mal que quedamos unos pocos privilegiados con memoria para recordar cada error del pasado. Doy gracias a Dios porque haya gente como yo: Gracias Señor.

Pero, bah, dejémonos de tonterías, que los tontos no hacemos otra cosa. Y dejémonos de dar lecciones, para qué, si nadie las escucha y tampoco merecemos darlas. Pero, ea, que puede que tengamos razón. Puede que estemos en lo cierto y se merezcan una lección. Sí, vamos a señalarles todos con el dedo, así, tieso, y vamos a gritarles algo muy vergonzoso muy alto.

Muy bien. Así se hace. Y luego…Luego quiero más bochorno. Sí, a todos nos encanta tirar piedras (y luego todas las manos corren a esconderse, ninguna libre de pecado), así que, vamos a lanzarles guijarros enormes. ¿Emocionante? ¡No! Aún mejor.

Ahora seguidme, masilla mía, seguidme que yo os guío. En este momento vais a lanzar improperios, quiero sangre hermanos, sed creativos, directos a la Yugular, qué digo, a la Carótida que es más rápido. Y cuando la presa ya esté arrinconada, sin escapatoria alguna, acribilladla con todo ese odio que habéis reprimido y que ahora, impactará contra su culpable pecho.

Psé…
Con nosotros, nadie saldrá impune de ningún delito.
Ningún mal acto indecente quedará sin tortura.
La moral intachable seguirá intacta.
¡Viva la revolución de nuestras mentes, salvadoras de la Humanidad y del recato!

… ¿Verdad hermanos?

S.S

sábado, 3 de julio de 2010

Mali & Cia

Y se dejó engatusar. No tenía cintas para el pelo ni gomas de colores. No sabía colocarse horquillas, ni lazos, ni flores. No, su pelo salvaje ondeaba suelto siempre, libre de cualquier atadura estética.

Pero cayó en la trampa, Mali tampoco quedaba tan lejos y empezó a caminar. Las compañías no la hicieron dudar y se embarcó en ese viaje, de tierras agrietadas, suelos rotos y cielos quemados.

Ni el ocre que pisaba tiñó sus pies de realidad, (no pudo dejar de soñar).
Y pasó sobre madera, cristal y ríos de tinta. Y cruzó a nado lagos de preguntas y mares de lágrimas.

Tardó más de lo previsto, pero al llegar, su Tierra Prometida se abría ante sus ojos invitando a entrar. Pero no, esperen, no es aquí a dónde quiere llegar. No, no, tus pasos se han confundido. No, no, te han guiado mal.

Lástima que tras tanto caminar, tras tanto capear las olas, no llegues a buen puerto. (“La culpa la tienen las malas compañias", diría tu madre).

Yo ya te lo dije, la malicia es tu gangrena. Y por ella, algún día, tu corazón habrá que extirpar. Palabra de bruja buena.

S.S