miércoles, 11 de agosto de 2010

Consejos fiables para dejar de fumar

Pero para eso hace falta beber solo. Y después rutina. Posar tus dedos sobre el maldito teclado del maldito ordenador como si fuera un piano dispuesto a que lo sodomices con la milesimo-segunda representación del maldito concierto en el maldito FA menor del no menos maldito Bach. Pero ese día me eché a la calle y no me pregunté mas que mierda. La puta furgoneta de delante de la puerta. Abre la puerta de atrás y se va. Como tu última invitación al sexo. Tu me dijiste "fóllame" y yo lo entendí todo al revés. Pero tengo mi excusa. Todas estas noticias siempre llegan cuando estoy borracho, cuando tengo que desconfiar de lo que veo. Y mi cama estaba demasiado sucia, ¿no te habías dado cuenta? La sabana rascaba llena de la ceniza, pelo y miserias que dejé durante 6 estaciones. No quería que trajeses invitados, no me gustó su vino. Pensé en violarte después de que vomitases pero me vine abajo. ¿Para qué? ¿Para qué me perdonases? ¿Para que me dijeras que volviera a hacerlo? Pero salí a la puta calle y pensé que la vida al fin y al cabo era algo mas que un monton de mierda pestilente que se reparte en cada paso. Son dos jodidos montones. Y dije, ¿Por qué no hacer la colada un día tan bonito como este? Y en lavandería había un puto charco de sangre y me manché mi última camisa, pero claro, eso era algo que tu ya sabías. ¿Crees que me comerán las pulgas si no te hago algo de caso? ¿Eh?

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