domingo, 20 de marzo de 2011

A mi papá.

De Madrid va saliendo un tren a fallas
que lleva cada año a las hogueras
a olvidar, que es sembrar las primaveras,
recuerdos y más tipos de quincalla;

de acumular y tal dolor que calla,
como bultos mandan en tijeras
virutas al ritual de la albufera
dejándome, vacío tras la raya.

De todos uno, ¡ay, que no es tormento!
Desde otro día diecinueve y marzo
que me dejó a crecer sin su envoltura

lo guardo, permanece sin esfuerzo.
Que ardan todos las demás figuras,
que indulten uno, ay que no es tormento.

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