domingo, 27 de marzo de 2011

Mi villano favorito

Cruzó mi mente, fugaz, dejando un halo de azufre al pasar. No sé qué es, pero me destroza por unos momentos. Luego, cuando recobro la lucidez, ordeno mis ideas y me pongo a pensar en lo que ha pasado. Porque en ese momento, soy capaz de pensar cualquier cosa. Esta vez, me ha costado toda una noche de insomnio y de algunas pesadillas conscientes, darme cuenta de que mi estupidez, traspasa los límites de lo humano. Soy imbécil nivel Pro. Y me encanta la tortura del pensamiento. O eso parece. Por eso, al abrir la puerta del balcón esa mañana, pensé, que hubiera estado bien atreverme a escapar por él. Tirar una larga trenza unida a alguna cabeza que me importara poco, y deslizarme por ella. Pero ni por ella, no por él, aquí sigo. Y así, la noche anterior, escupí veneno por los ojos, para contaminar de malas sensaciones el ambiente. Me invadió un sentimiento de maldad, que me impulsó a intentar herir con mis gestos. Y todo porque no me sentía agusto conmigo. No me sentía a la altura, así que debía hundir al resto. Pero de pronto, paró. Y cambié de registro. Mi otra mitad vino al rescate y tomó el control. Y ahora intenta recomponer lo que me hice cuando cayó el sol. Tras una larga velada conmigo mismo, pretende reformarme. Dice que no debo arrepentirme, debo enmendarlo. Y ahora ando enterrando un cadáver que no sabía que había matado. Y ahora ando como un ser atormentado. Y no cesa esta tormenta. Y soy un hombre malo. Y disfruto haciendo daño. S.S
. . . . . . . .


" Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras a un abismo largo tiempo, el abismo también mira dentro de ti"


Nietzsche

. . . . .



No hay comentarios:

Publicar un comentario