sábado, 9 de julio de 2011

O2


Me gusta, cuando salgo de ahí y hay viento. Hay viento que me lava la cara y me refresca el pelo, moviéndolo a su antojo, libre y ligero, trigo en manojo.
Y entonces, miro a la altísima hilera de ventanas que se cierne sobre mí. Levanto la cabeza y forzando el cuello, veo el infinito.
Del mar, bonito, bonito…
Y de mis sales, lágrimas, a raudales, que salen a presión, para apagar el fuego.
De él, su ego, su ego…
Su ego divino, que elige mi, tu, su…Nuestro destino.
A él, si hay él, le gusta que pierdas el camino…
S.S
. . . . . . .
Y mientras, bailemos como locos, para evitar ser aplastados por la desazón, de no entender absolutamente nada. Mis pies se mueven ahora mismo con:

También gusto de hacer el chorra, durante la espera:

1,2,3...¡Respira otra vez!