No es que tenga miedo, pero se me convulsiona el alma.
Me tiemblan los dedos con los que me aferro,
a este débil hilo de cordura,
que aún me une al Mundo.
Me quema su voz. Soy ceniza.
Me hiere su aire. No respiro si está en mi camino.
Querido destino, no tengo voz ni forma.
Querida vida, no tengo ganas,
ni más lados de la cara que poner.
Así que dime, si más me vas a joder,
para apearme.
Yo, creo que hoy me bajo de este tren.
Adieu.
"S.S"
jueves, 29 de noviembre de 2012
viernes, 16 de noviembre de 2012
Soplo
Creo recordar que una vez me
dijiste que no existe el tiempo,
ni el espacio.
Ni la ternura, ni mi anhelo por
tenerte entero.
No existe nada más que un
pequeño universo vacío,
compuesto de la Nada…
de agujeros que esperan ser
tapados.
De no-existencias que esperan
ser enterradas y olvidadas,
abandonadas.
El yo que te cuenta una anécdota
el yo que ríe para confortar tu
dolor,
el yo que sopla para darte vida.
Ese yo puede no existir.
Pero el tú que navega entre el
vacío,
el tú que es la tierra que hace
nacer la existencia,
el tú que tiene la llave para el
recuerdo.
Ese tú, siempre vivirá.
C.C
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