No podía avanzar más de dos metros sin que alguien le interceptara y le dijera algo. Se sentía grandioso, todos sus seres queridos estaban ahí con él. Era un día importante.
Suena el despertador, Jaime se levanta como cada mañana, a las siete. Hace tiempo que se nota cansado por mucho que duerma. Está pálido ,casi gris, era hora de hacer caso a su adorada Maite e ir al médico.
-¿Jaime Llobía?, pase por favor.
La consulta estaba adornada con dibujos de los hijos del doctor, que habían pintado a su padre realizando actos médicos prodigiosos, como poner una tirita al sol, auscultar a un hombre gigante subido a un cohete o cortar con unas tijeras un grano descomunal a un dragón. Jaime los observó con atención y rió, se sentó en la silla que el doctor le señalaba y comenzó a relatarle sus males físicos.
-Vuelva en una semana con los resultados de los análisis, Jaime, y repose.
-¿Jaime Llobía?, adelante.
Una semana después, había un nuevo dibujo del doctor poniendo un líquido marrón, probablemente un antíséptico tópico de yodo ,a una sirena en un brazo. Jaime se figuró que el dibujo lo había realizado una niña, por la cantidad de florecitas rosas que tenía la sirena en el pelo. Sublime la cantidad de tonos rosas que debía de manejar la pequeña.
Se sentó, y le cedió el sobre con los resultados a su médico. Éste arrugó la nariz al leerlos. Meditó unos segundos y le explicó a su paciente lo que podían significar esos valores, evitando alarmarle demasiado. Solicitó más pruebas.
Tres semanas más tarde tenía su diagnóstico asumido. Maite había estado con él cuando el médico les dio la noticia. Lloraron juntos durante horas. Tras negarlo ,tras el enfado con ¿Dios? ,tras la tristeza , llegó la calma a su alma .
Decidió que el tiempo que le quedaba lo aprovecharía, se bebería hasta la última gota de esta vida y brindaría con ella. Le hizo el amor a Maite con la mayor ternura y pasión del Mundo ,hasta la extenuación,todo lo que pudo. Comió todo lo que da colesterol, engorda y hace feliz, viajó lo que sus fuerzas le permitían, vio todo aquello que le apetecía y nunca había tenido tiempo y disfrutó del placer de poder parar el Mundo para él.
Todos sus problemas anteriores dejaron de existir y pudo concentrarse en vivir. Y tuvo una idea, haría una fiesta para celebrar su vida.
Así, llegó el momento, tenía que entrar en esa sala llena de gente a la que quería. Todos sabían por qué estaban ahí y le esperaban con ansia. Se armó de valor, le estaba costando entrar mucho más de lo que había imaginado. Por fin , empuñó el picaporte de la puerta y la cruzó .Todos empezaron a aplaudir, rabiosos, intentaba caminar pero le paraban a cada metro, todos le agarraban para hablar con él y abrazarle. Él correspondió feliz las muestras de afecto.
Miró por todos lados pero no la vio. Cuando logró avanzar, Maite apareció detrás de la multitud. Le dedicó una sonrisa de amor y tristeza profunda, que le hizo recorrer el espacio que les separaba en un segundo. La agarró por la cintura y la atrajo hacia sí para fundirse después en un beso. El muchacho encargado de la música subió el volumen, y bailaron, bailaron todos juntos, celebrando sus últimos días.
S.S
.......
“La vida es algo que hay que morder
y en cada boca tiene un sabor “