Fuego, tempestad.
Nervio.
Dudas.
Desesperanza.
Tormento.
Asumir un nuevo reto.
Con las manos blancas.
Y el alma pura.
Con el comienzo y el destino marcados.
Aproximarse.
El embriagador sentimiento de ponerse en marcha.
Y de repente, un soplo.
Ya no hay fuego.
Ya no hay dudas.
Sólo paz.
Sólo fé.
No hay más que el primer paso.
Y después el siguiente.
Planificar.
Ejecutar.
Cambiar.
Acercarse. Tomar distancia.
Balancear.
Arriesgar.
Fluir.
Equilibrio.
Mirar al objetivo, un poco más cerca.
Y perder pie.
Pender de un hilo.
Sentir la calidez de un apoyo inesperado.
Olvidar el estilo y las formas.
Dejarse dominar por el deseo de llegar.
Y que guíe cada movimiento.
Aunque llegar signifique el final de la tregua.
Nada más importa.
Un nuevo escollo.
Otro desnivel.
Una última prueba de fé.
Un último aliento.
Un todo o nada.
Un impulso, un frenesí.
Alcanzarlo con las dos manos.
Agarrarlo fuerte.
Hacerlo tuyo por un instante.
Amarlo sin poseerlo.
Llenarse de gratitud.
Sentirse completo con uno mismo, sin añadidos.
Y soltar.
Regresar.
Fuego.
Nervio, dudas. Tormento.
Enfrentar la tempestad.
Con las manos menos blancas.
Y con el alma más pura.
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I was gripped with a bitter fear
Worried the one thing that I loved
Back when I was just a kid
Might now never be enough
That the body I was in
Might belong to someone else
Someone kinder
Someone surer
Someone innocent, young and beautiful
Someone purer
That's no one I know
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Ashes to ashes, dust to dust
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